El pasado domingo 30, en la Catedral San Rafael Arcángel, Tomás Alfredo Campi, Éric Dante Ramiro Méndez e Ivan Gabriel Lazo recibieron la admisión a las Sagradas Órdenes. Además, Maximiliano Martinez y Tomás Daniel Ramis fueron instituidos en el Ministerio del Lectorado y Ezequiel Elias Lujan y Angel Humberto Reche Romo fueron instituidos en el Ministerio del Acolitado.
En la homilía, Monseñor Carlos María Dominguez, obispo diocesano, se refirió al capítulo 10 del Evangelio de Juan, que coincide este domingo, donde Jesús haga la gran revelación diciendo yo soy el pastor de ellos, yo soy la puerta de las ovejas. “Si Jesús es la puerta, solo a través de Jesús podemos tener paso a una experiencia y que es ni más ni menos que la experiencia de Dios y de la vida de Dios en nosotros”, expresó Monseñor Dominguez.
“Podemos entrar y salir. Es más, una vez que hayamos entrado y hayamos tenido experiencia de esa vida en abundancia, debemos salir a contagiar la vida en abundancia que nos trajo Jesús”, agregó..
“Cada uno de nosotros somos porteros, porteros de Jesús, y tenemos que abrir la puerta para que otros entren y disfruten de esa experiencia que nosotros ya la hemos disfrutado o la estamos disfrutando. Por eso la imagen sugerente de la puerta nos está hablando de una puerta que va a estar siempre abierta”, explicó.
Domingo del Buen Pastor
En su homilía, Monseñor Dominguez se refirió al Domingo del Buen Pastor, donde toda la iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones de especial consagración. “Este año el Papa Francisco nos regaló un mensaje que es el lema de esta jornada: vocación, gracia y misión. Podríamos, parafraseando el evangelio de hoy, la gracia es entrar y la misión es salir”, afirmó.
Tambien pidió rezar por las vocaciones. “Dios estableció que algunas cosas las va a dar si se las pedimos. Y los pastores de su pueblo, Él los va a dar, los va a dar si el pueblo lo pide, si el pueblo reza”.
“Nosotros queremos pastores que nos enseñen a ir hacia la puerta que es Jesús, pasar por ella y tener experiencia de la vida en abundancia. El pueblo de Dios necesita de esos pastores”.
Continuando con su homilía, Monseñor Carlos María se dirigió a Tomás Campi, Éric Méndez e Ivan Lazo, quienes recibieron la admisión a las Sagradas Órdenes. “La iglesia, Dios, mejor dicho, a través de la Iglesia, ha vuelto a pronunciar el nombre de ustedes. Los ha llamado por el nombre. El mismo nombre que fue pronunciado el día del bautismo, hoy sonó en esta iglesia para que vuelvan a ser llamados”, sostuvo.
“Si el sí que dieron recién acá, no está dirigido especialmente a Jesús, que nos llamó, que nos sedujo y que encuentran en él el sentido de sus vidas, va a ser imposible que puedan sostener el ministerio sacerdotal”, agregó.
Ministerio del lectorado: “Sientan pasión por la palabra”
Maximiliano Martinez y Tomás Ramis fueron instituidos en el Ministerio del Lectorado y recibieron por supuesto palabras dirigidas a ellos de parte de obispo diocesano en la homilía. “La enseñanza al pueblo de Dios a través de su palabra es lo que ustedes van a tener que ejercer en el ministerio del lectorado. Por tanto, todos los días y que no falte uno solo, tomen la palabra de Dios en sus manos, que sea la base de la oración, que gusten el néctar de la palabra de Dios. Pídanle al Señor que todos los días cuando se levanten, les conceda un oído de discípulo, para que puedan escuchar esa palabra, que les atraviese el corazón, se los encienda. El dardo de la palabra se los traspase y lo puedan anunciar al pueblo de Dios. Sientan pasión por la palabra. Sientan que de ahí viene la fuerza”, dijo Monseñor mirándolos a los ojos.
Ministerio del Acolitado: “Sean Eucaristía para el pueblo de Dios”
El obispo de la diócesis se dirigió también a Ezequiel Lujan y Humberto Reche Romo, quienes fueron instituidos en el Ministerio del Acolitado. “ Sean Eucaristía para el pueblo de Dios. Entréguense al pueblo de Dios como lo hace Jesús en cada Eucaristía. Y a través de la Eucaristía, sobre todo, van a tener contacto para llevar esa prolongación de la Eucaristía a muchos hermanos enfermos que les va a tocar en su parroquia. Sean muy respetuosos, delicados y lo suficientemente tiernos como para que en el ministerio de ustedes, esos hermanos se encuentren con Jesús y vivan, de alguna manera, la prolongación de la Eucaristía”.
Para finalizar su homilía, Monseñor dejó un mensaje final para todos los seminaristas que participaron de la ceremonia y se acercan cada vez más a ser sacerdotes. “Jesús es la puerta, sólo por Él se entra y se sale. Nunca le cierren la puerta a nadie. Tomás, Gabriel, Eric, Maxi, Tomás, Ezequiel y Humberto. Jesús es la puerta. Abran ustedes las puertas a Jesús y ábranles a mucha gente las puertas a Jesús. Él es la puerta, pero ustedes pueden romper con el testimonio de sus vidas muchos cerrojos y tirar abajo muchas llaves. Que Dios los bendiga”, concluyó.
