DestacadaSan Rafael

Mons. Domínguez: San Expedito nos pide que entreguemos hoy el corazón a Jesús

En el Santuario de San Expedito, Monseñor Domínguez invitó a seguir el ejemplo de San Expedito. “Todos los días cuando nos levantamos, tenemos que volver a elegir a Jesús”.

El obispo de la diócesis comenzó su homilía refiriéndose al Evangelio del día, que se trataba del diálogo entre Jesús y Nicodemo. “Lo que Jesús le habla a Nicodemo de nacer de nuevo tiene que ver con un cambio de mentalidad de Nicodemo para aprender a comprender el lenguaje de Dios”, explicó Monseñor. 

“El lenguaje de Dios es un lenguaje que desconcierta, porque fíjense la frase que hoy le dice Jesús a Nicodemo, que es una frase muy fuerte que nos tendría que estremecer y hasta emocionar. <<Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo para que todo el que crea en Él tenga vida y no perezca>>. Es el grito más fuerte que Dios le pone a la humanidad en Jesús, su Hijo, crucificado y resucitado, el grito más fuerte del amor de Dios. Dios es amor”, dijo el obispo y agregó: “Esto que le dice hoy Jesús a Nicodemo, es lo que hoy Jesús nos dice a cada uno de nosotros”.

“Es como que el Padre nos dijera ‘te amo, y mirá lo que me costaste: tu salvación, tu vida es la muerte de mi Hijo, la sangre de Jesús’. Valemos la sangre de Jesús. Por eso se trata de que también nosotros como Nicodemo, cambiemos el chip de nuestros esquemas mentales y descubramos precisamente que Dios nos ama y que tenemos que dejarnos amar por Dios”. 

“Muchas veces pensamos que si nos pasan las cosas malas o cosas que no son tan buenas, si tenemos necesidades y que tal vez, venimos a San Expedito a pedirle que interceda por nosotros para que la cosa se solucione rápidamente, entonces eso significa que Dios se olvidó de mí. ¡No!”, aseguró Monseñor y agregó: “Dios no se olvidó de vos, Él te sigue amando, lo sientas o no. El asunto es creerlo porque todo el que cree en Él tiene vida”. 

“No hay que hacer nada, simplemente hay que dejarse amar.  Esa es la propuesta que nos hace hoy Jesús: Caminar hacia la luz con el corazón de Dios en nuestra propia vida y sólo así tendremos vida”.

Como San Expedito, elijamos hoy a Dios

Continuando con su homilía, Monseñor Domínguez se refirió a una anécdota que se cuenta de la tradición de San Expedito. “La imagen de San Expedito tiene en su mano una cruz que dice la palabra ‘hodie’, que en latín significa ‘hoy’ y está aplastando un cuervo que significaba al diablo que venía a tentar a San Expedito en su indecisión de entregarle su corazón a Jesús. Él dudaba porque no se quedaba sin empleo, se jugaba la vida. Y entonces el cuervo, con el sonido que emitía, le decía ‘cras, cras, cras’, que en latín significa ‘mañana, mañana, mañana’, como diciendo ‘pospone tu decisión de hacerte cristiano’. Y por eso cuando San Expedito toma la decisión, aplasta al cuervo y en vez de mañana dice ‘hoy’. Por eso hoy el ‘hodie’ está en la cruz”, explicó nuestro obispo.

“Muchas veces también nosotros somos vuelteros en esto de entregar el corazón a Dios. Y la vida, queridos hermanos, es cuestión de decisiones. Y tenemos que todos los días cuando nos levantamos, todos los días volver a elegir a Jesús. A decirle mañana no, hoy. Esa es la decisión que yo tomo cada mañana. Hoy Señor quiero volver a seguirte, hoy Señor quiero volver a ser discípulo tuyo, hoy quiero escuchar tu palabra, hoy te abro mi corazón para que me abraces con tu amor”, dijo Monseñor Carlos María.

“Ese es el ejemplo que nos propone hoy San Expedito. Dejen de decir mañana, nos estará diciendo San Expedito, digan hoy y entregan el corazón hoy a Jesús”.

Pedir la intercesión a San Expedito, pero aceptando la voluntad de Dios

Casi finalizando su homilía, Monseñor Domínguez se refirió a San Expedito, el santo de las causas urgentes.  “A él le pedimos por todas las causas que se tienen que resolver rápidamente, pero a veces la paciencia nos traiciona. San Expedito es San Expedito, no es el genio de la lámpara ni el hada madrina. Es un intercesor grande ante Dios por todo lo que nosotros le pedimos y por eso le ponemos a él nuestras peticiones para que también se las lleves a Dios, pero con la apertura del corazón que diga ‘Señor que se haga tu voluntad. Vos San Expedito intercedé, pero me abro la voluntad de Dios’”. 

“Seguramente muchas de las cosas que le hemos pedido a San Expedito nos las ha concedido, entonces no nos vayamos de acá, sin un gracias a Dios y a San Expedito por haber escuchado nuestro ruego y nuestra súplica. Que San Expedito siga escuchándonos como lo hace siempre y que esa devoción a él, se transforme en querer imitar en su vida la decisión de elegirlo todos los días a Jesús. Que San Expedito ruegue por nosotros”, concluyó. 

Mostrar más

Deja un comentario

Botón volver arriba